No es ningún secreto que los tomates son plantas que aman el calor y, para cultivar plántulas con éxito en la primavera, es necesario cumplir muchos requisitos y cuidarlas con cuidado. ¿Qué pasa si sembramos tomates no en primavera sino en invierno, directamente en el suelo? Es muy sencillo: ¡entierra los tomates y olvídate de ellos hasta la primavera!
Veamos cómo «funciona» esta técnica, cuáles son sus pros y contras y si vale la pena dedicar tiempo a este tipo de experimentos.
Ventajas de la siembra invernal de tomates
Al cultivar tomates de forma tradicional, cada primavera tenemos que calcular el momento de la siembra de las semillas para que las plántulas no crezcan demasiado en los alféizares de las ventanas, sembrar las semillas a una cierta distancia, mantener la temperatura requerida y luego también recoger las plántulas en recipientes separados, endurecer las plantas, etc. La siembra de tomates en invierno nos ahorra estos problemas.
Las ventajas del método también incluyen las siguientes:
- Las semillas no necesitan preparación para la siembra: procesadas, germinadas o endurecidas;
- Las semillas están sujetas a estratificación y selección natural;
- ahorra espacio en el alféizar de la ventana;
- Las plántulas resultan fuertes y endurecidas;
- Los tomates son menos susceptibles a las enfermedades.
Cómo preparar un lugar para plantar tomates en otoño
La siembra invernal de tomates se puede realizar tanto en invernadero como en campo abierto, después de la aparición del clima frío estable. Si en tu región hay inviernos duros, es mejor realizar el experimento en un invernadero. Es muy importante que después de la cosecha, antes de la siembra de invierno, el invernadero sea sometido a un tratamiento sanitario.
En regiones con inviernos suaves, los tomates se pueden sembrar directamente en el huerto. Se debe escoger un lugar bien iluminado y no demasiado bajo, para que no haya agua estancada allí en la primavera. Es aconsejable sembrar tomates en la zona donde el día anterior crecieron calabazas, legumbres, coles blancas tempranas y coliflores, cebollas o ajos. Si hay cultivos de abono verde creciendo en el huerto, incorpórelos al suelo a poca profundidad unas semanas antes de sembrar los tomates. Al preparar la cama, agregue un balde de humus o vermicompost y un vaso de ceniza de madera por cada metro cuadrado.
Cómo sembrar tomates con semillas
Al sembrar tomates en invierno, no es necesario procesar, remojar ni germinar las semillas de tomate. La condición principal es que el suelo esté frío (1-5°C) para que las semillas no germinen. Hacer un surco de 2-3 cm de profundidad y sembrar las semillas frecuentemente, ya que no todas germinarán. Cubrir con tierra (el espesor de la capa es de aproximadamente 2 cm), no es necesario regar.
Cómo plantar tomates enteros
Plantar tomates con frutos enteros es un método más popular, ideal para los jardineros “perezosos”. Cava hoyos a una distancia de 15-20 cm y una profundidad de 7-10 cm (dependiendo del tamaño de los tomates), coloca los frutos maduros en el fondo y espolvorea con tierra (espesor de la capa: 2-3 cm). Si vas a plantar tomates cherry, el hoyo debe tener más de 5 cm de profundidad. La ventaja de este método es que las semillas de tomate no germinarán hasta el invierno, incluso si hay días cálidos en noviembre.
En vísperas de las heladas, cubra las plantaciones con una capa gruesa de heno y coloque ramas de abeto encima. En primavera, con la llegada de los días cálidos, no olvides retirar la cubierta. Y cuando aparezcan los brotes, construye un pequeño invernadero sobre ellos para que las pequeñas plantas no mueran por las heladas primaverales.
Desventajas de la siembra de invierno
Este método, por supuesto, tiene sus inconvenientes. Estos incluyen lo siguiente:
- Los tomates brotarán sólo con la llegada de un calor estable;
- las plantas pueden morir por heladas recurrentes;
- los tomates plantados con frutos enteros brotarán en grupo, es decir, muchas plantas crecerán de un solo agujero a la vez (lo que significa que será necesario replantarlas o eliminar las plántulas más débiles);
- Las semillas de tomate sembradas en seco pueden no brotar en absoluto si germinan antes de la aparición de las heladas.
Sin embargo, muchos jardineros que plantan tomates no en un invernadero, sino en campo abierto, afirman que es este método de cultivo de plántulas el que permite obtener una cosecha garantizada. Y, a pesar de la emergencia tardía, las plantas alcanzan rápidamente a sus contrapartes sembradas en el interior.
Si nunca has plantado tomates a finales de otoño, no dudes en probarlo y luego compartir tu experiencia. ¿Qué tan efectivo será este método en su región?