Las remolachas son muy modestas y rara vez sufren enfermedades y plagas. Sin embargo, si la tecnología agrícola es inadecuada y no se siguen medidas preventivas, la resistencia de la planta a infecciones e insectos peligrosos puede disminuir. ¿Cómo se puede prevenir esto?
Durante el almacenamiento, los frutos de remolacha pueden verse afectados por enfermedades fúngicas. Para evitar estos problemas, es necesario cuidar adecuadamente la planta durante la temporada de crecimiento. Las plantaciones deben estar bien ventiladas y no sombreadas. De lo contrario corre el riesgo de quedarse sin cosecha.
Enfermedades de la remolacha
Estas enfermedades pueden destruir gran parte del cultivo. Intente evitar que ocurran.
Devorador de raíces de plántulas
Esta enfermedad fúngica, cuyo agente causal vive en el suelo, provoca el encamado de las plántulas. Las plantas se infectan desde el momento de la germinación de las semillas hasta la aparición de 2-4 pares de hojas verdaderas. Las plántulas de remolacha enfermas crecen mal porque no desarrollan raíces laterales y se pudren.
La pudrición comienza con la aparición de manchas vidriosas o marrones, o una franja marrón ubicada a lo largo de la raíz. Posteriormente la lesión se extiende a la parte superior de la raíz.
En campo abierto, esta enfermedad puede aparecer cuando el suelo está demasiado humedecido y hay cambios bruscos en la temperatura del aire.
Medidas para combatir el gusano de la raíz: 1. Observancia de la rotación de cultivos. 2. Remojo de las semillas en solución acuosa de superfosfato (1:40), germinación y secado. 3. Sembrar únicamente semillas de alta calidad. Es mejor utilizar semillas granuladas de un solo brote. 4. Desinfección del suelo antes de la siembra con una solución caliente de permanganato de potasio de color frambuesa. 5. Selección de variedades e híbridos resistentes a la infección del suelo. 5. Aclareo oportuno de plántulas y aflojamiento del suelo. 6. Fertilización entre hileras. 7. Destrucción de malezas (en particular, quinua). Si no es posible proteger las plantas, hay que eliminar los brotes enfermos y regar los restantes con una solución rosada de permanganato de potasio y alimentarlos con fertilizante de fósforo y potasio (100 g por mXNUMX). |
Fomoz
Esta es una de las enfermedades fúngicas más comunes que afecta la parte aérea de la planta y el cultivo de raíces. En las hojas y los tallos aparecen manchas de color marrón claro con puntos negros (picnidios). Estos son los lugares donde se almacenan las esporas. Primero, las hojas inferiores (viejas) se infectan y gradualmente la enfermedad se propaga a las frutas: después del almacenamiento, se encuentra podredumbre seca en su superficie y las remolachas se vuelven negras por dentro.
Medidas para combatir la fomosis: 1. Observancia de la rotación de cultivos. 2. Deshierbe oportuno de los parterres y destrucción de residuos vegetales después de la cosecha. 3. Desinfección de semillas antes de la siembra. 4. Almacene únicamente cultivos de raíces sanas. 5. Excavación profunda del suelo en otoño. 6. Cultivo de variedades resistentes a la fomosis (Burdeos 237, de un solo brote). 7. Ante los primeros signos de la enfermedad, las remolachas deben ser alimentadas con bórax (3 g por m1) y sus hojas deben ser rociadas con una solución de ácido bórico (2/10 cucharadita por 3 l de agua). La temporada siguiente, antes de sembrar, se deberá añadir ácido bórico (XNUMX g por mXNUMX) al suelo. |
Plagas de remolacha
Para que las remolachas se almacenen bien, no solo hay que protegerlas a tiempo de las enfermedades, sino también de los ataques de plagas de insectos.
Escarabajo pulga de la remolacha
Este pequeño escarabajo saltador, de color negro con un tinte verdoso, pasa el invierno en la capa superior del suelo, bajo los restos vegetales. En primavera, el escarabajo pulga se alimenta de ortigas y acedera, y en verano se desplaza hacia las remolachas. La plaga corroe la pulpa de las hojas, pero deja intacta la piel del envés. Por eso los agujeros parecen ventanas translúcidas. Con el tiempo, se vuelven marrones en los bordes.
En julio, las hembras ponen huevos en el suelo, de los cuales emergen larvas blancas con cabeza marrón que comienzan a comer tubérculos.
Medidas para combatir la pulga de la remolacha: 1. Tratamiento de la acedera que crece cerca de las remolachas con ceniza. 2. Destrucción oportuna de restos vegetales y malezas (especialmente ortigas). 3. Excavación profunda del suelo en otoño. 4. Si encuentra una plaga, rocíe las plántulas con ceniza sobre las hojas húmedas 3 veces en intervalos de 5 días. Si este remedio no funciona, rocíe las hojas con una infusión preparada a partir de una mezcla de polvo de tabaco y ceniza, tomados en proporciones iguales. Para ello se disuelven 400 g de la mezcla en 10 litros de agua, se deja en infusión durante dos días y se filtra. Luego se diluye la solución (1:2) con agua, se añaden 40 g de jabón para lavar ropa y se rocían las hojas de remolacha 2-3 veces con un intervalo de 5-8 días. Pero tenga en cuenta que estas hojas de remolacha ya no se pueden comer. |
minador de la hoja de remolacha
El cuerpo de los insectos adultos (de hasta 8 mm de largo) es gris, con una raya negra visible en el abdomen. En la segunda mitad de mayo, los minadores de hojas ponen huevos en el envés de las hojas. Después de 10 días, emergen larvas de color amarillo claro que viven dentro de la hoja hasta el final del verano, devorando la pulpa.
Al principio, las “minas” resultantes parecen manchas claras, pero con el tiempo la piel se rompe, dejando agujeros en la hoja. Las hojas se vuelven amarillas y se secan.
Después de 30-40 días, la segunda generación de moscas emerge de los huevos. A finales de agosto, las larvas entran en el suelo, pupan y permanecen allí para pasar el invierno. Y la próxima primavera vuelven a salir para alimentarse de remolacha.
Medidas para combatir el minador de las hojas de la remolacha azucarera: 1. Aflojar la tierra entre las hileras durante los períodos de pupación masiva de larvas de mosca. 2. Destrucción de malezas, especialmente la quinua. 3. Excavación profunda del suelo en otoño. 4. Uso de insecticidas sistémicos como Zeppelin y Rogor-S. |
Babosas
Estos gasterópodos dañan no sólo a las remolachas, sino a todos los cultivos de huerta. Son muy voraces y prolíficos. Las babosas se alimentan de noche y al anochecer, y durante el día se esconden debajo de hojas grandes, terrones de tierra húmeda y tablas.
Medidas para combatir las babosas: 1. Aflojar la tierra y cavar profundamente los canteros en el otoño. 2. Aclareo oportuno de plántulas. 3. Cortar el césped alto en toda el área. 4. Destrucción de residuos vegetales. 5. Riega las plantas moderadamente para evitar que el suelo se humedezca demasiado. 6. Colocación de trampas:
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Los métodos de control no siempre son efectivos, así que trate de prestar más atención a las medidas preventivas. Cuida adecuadamente tus plantas y tus remolachas se mantendrán ilesas.